un mamífero bípedo
perteneciente a la familia Hominiadae
vaga durante
numerosos años fuera de su patria
sin masturbación, muy lejos de la dialéctica
muy lejos la jurisdicción
muy cerca de la gran
industria;
estrechamente
vigilado por cierta tendencia histórica
a la acumulación
capitalista se
increpa
qué clase de animal
somos
del Sus scrofa
domestica al Homo Sapiens y viceversa
cuántos kilómetros
hay entre nosotros cuánta es
la distancia que hemos recorrido
sobre sus dos patas privilegio y prodigio
de la especie
un hombre asalariado
mira al cielo con sed
pregunta a qué hora
podrá descansar
suenan las alarmas no
hay respuesta
en el corazón de una
sociedad en ciernes donde reinan las condiciones modernas de producción las
filas se hicieron largas tras
años de esperar un pulmón de plomo, un primate homínido, miembro promedio de la
tribu Hominini
-ni más ni menos
capacidad cerebral- reconoce como extensión de su mínima ánima la piedra
contra piedra
en actitud
semi-erecta, de las tribus salieron las naciones
y de los hombres, las
máquinas
el proceso del gran
simio es lento todo está
cuantificado
descubierto el fuego,
se entrega a la venta de su fuerza productiva
descubierto el
fierro, se entrega al comercio de mercancías
carnes rojas pieles sintéticas
en el corazón de una sociedad
compuesta
principalmente cualitativamente por metal y melancolía, el hombre racional
piensa su triunfo sobre la manufactura:
frente al contacto entre
pares,
un plato de asado carne
de perro producto del contrabando
frente a la economía
pre-industrial el hombre
post-guerra
y sus leyes y su sexo y sus sanatorios
en el corazón de una
sociedad obsesionada con la reconstrucción nacional
y al nacer por sus
cumbres
el sol
un hombre racional
piensa en el hambre
comprende que el
proceso de los cerdos es lento nada
se desperdicia
en los contenedores
industriales se reúne la carne inservible
ésta va para los
estómagos de las grandes colas en recesión
en el corazón de una
sociedad obsesionada con los asuntos limítrofes con las estadísticas con las
tendencias hedonistas
competitivas y
a veces cooperativas
de sus individuos
–agonizando– camino a las mandíbulas
del gran capital
un hombre racional
piensa su estrategia contra el fenómeno industrial
cada cosa está
milimétricamente pensada articulada diseñada para seguir en su lugar
y
sin embargo,
¿no se había
abandonado definitivamente un componente esencial de la concepción materialista
de la historia, y había quedado solamente la noción de una mecánica del
desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción?
¿cómo es pensable una
restitución de los viejos y buenos elementos del Estado de derecho liberal,
adecuado al capitalismo de competencia, y cómo pueden entonces imaginarse las
teorías del derecho y las interpretaciones del mismo, que puedan defenderse
frente a otras como socialmente avanzadas?
¿cuáles son las
causas de la crisis?
¿quién debería dictar
sentencia sobre este orden de cosas y cumplirla, si los de arriba pueden
desarrollar todas las posibilidades existentes, y no perciben la miseria que
los sostiene, o reprimen su percepción, y los de abajo son mantenidos
atrofiados y rotos, y éstos a su vez no perciben toda la magnitud de la miseria
innecesaria, ni las posibilidades objetivas y sus intereses colectivos; y los
que se encuentran en el medio intentan por todos los medios luchar para subir,
o por lo menos para protegerse del hundimiento?
¿hasta qué edad los
jóvenes deberían mantenerse en abstinencia?
¿no fue acaso
retardada la aparición de la máquina de vapor y también la revolución que le
siguió luego en el campo de las artes, por la decadencia general de los oficios
que siguió a la destrucción de las ciudades libres y que se notó especialmente
en la primera mitad del siglo XVIII?
¿cuál es su posición
con respecto al hombre primitivo?
luego de años
esperando, un hombre racional hace su cama lava sus dientes enumera sus
pertenencias una a una parte a la fábrica cierra sus ojos
en el corazón de su
miseria, se ha rendido.
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